lunes, 13 de julio de 2009

El Guacuancó

A principio del Siglo XX surge una modalidad dentro de la rumba, llamada: Guaguancó. En este caso, la parte inicial de canto es extensa y toma el carácter de un largo relato. Puede tratarse de un suceso o de una persona, por lo que tiene un significado descriptivo de ocasión..
Su línea melódica es fluida, con sonidos largos. Muchas veces se emplean décimas, cuartetas, pareados o prosas.
En el Guaguancó el ritmo es más figurativo y más rápido que en el Yambú. La pareja de baile danza con pasos más desarticulados iniciándose un juego de atracción y repulsión, de entrega y esquiva, de acercamiento y huida, hasta que el hombre, en el momento en que la mujer no puede hacer un gesto de cubrirse, realiza un golpe pélvico hacia adelante.
Para acompañar tanto la rumba como el guaguancó, la agrupación se integra de un modo muy simple: O bien de un cajón de bacalao, cajas de velas vacías, cucharas y claves, o por tumbas, congas, quinto, cucharas y claves, siempre con uno o varios improvisadores.
De este género se deriva la modalidad llamada Columbia, que está impregnada de los bailes Íreme o Diablitos Abacuá, donde al romper la rumba, sale al ruedo un hombre sólo que baila con gestos acrobáticos, haciendo gestos frente al quinto, con quien entabla una especia de controversia rítmica.

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