El Son Cubano

En las postrimerías del Siglo XIX surge un nuevo género vocal e instrumental bailable, que constituye una de las formas básicas dentro de la música popular cubana. Nos referimos al son, el cuál presenta en su estructura elementos que proceden de las músicas africanas bantú y española pero ya fundidas en la idiosincrasia cubana.
En esta género notamos giros rítmicos, estribillos, modos percutivos, entonaciones y sonoridades de las cuerdas pulsadas que denuncian dos fuentes originarias.
Se baila por parejas, y su música se produce desde un simple tres o guitarra, acompañados de marímbula, güiros y bongó, hasta grupos más grandes y complejos.
Según dijo el musicólogo Odilio Urfé: "El son es el exponente sonoro más sincrético de la identidad cultural nacional"
Se ha verificado sobre su existencia, que es originario de las zonas que comprenden los suburbios montuneros de algunas ciudades
orientales, como Guantánamo, Manzanillo y Santiago de Cuba, con sus barrios folklóricos de emplazamientos sub-urbanos.
Por su extracción, desarrollo, características sonoras, coreográficas y uso social, el son cubano ha devenido históricamente como el medio de expresión más representativo para las capas humildes de la estructura socio económica política de la Cuba de la primera post-guerra.
　　Alrededor del año 1909, el son se trasladó de Oriente a la Habana, llevado a la Capital por los soldados del ejército permanente, en un proceso de transculturación, que determinó la entrada en la región oriental de la rumba.
Este género fué asimilado por las orquestas danzoneras y así podemos observar que en 1910, el compositor José Urfé, a su danzón El Bombín de Barreto le adicionó un motivo de son en su parte final.
También en esa época surgen el Sexteto Habanero, y el Septeto Habanero, que le dan un enorme auge al Son cubano.
Este género inicialmente es bailado en accesorias, solares y academias de baile, por las capas populares.
Los estratos burgueses los rechazaron y el Gobierno llegó a prohibirlo por considerarlo inmoral.
Pero los salones de baile de la Habana y de las ciudades importantes, tuvieron que abrirle las puertas, y las casas impresoras de discos le dieron una difusión ilimitada.
Como autores clásicos del género podemos mencionar a Bienvenido Julián Gutiérrez, Ignacio Piñeiro, Arsenio Rodríguez, e intérpretes como el trompetista Félix Chapottín, el genial cantante Benny Moré, Miguelito Cuní, Celia Cruz, que son figuras determinantes en un desarrollo progresivo que abarcara todos los estratos musicales cubanos, y que aún hoy influyen en la producción musical de diversa zonas del mundo.
Sobre la estructura del son escribió Emilio Grenet: "Consiste en la repetición de un estribillo de no más de cuatro compases, originalmente llamado Montuno, que se canta a coro y un motivo de contraste para una voz a solo, que no solía pasar de los ocho"
Inicialmente los grupos de son estaban formados por guitarra, tres, bongó, botija o marímbula, (luego contrabajo), claves y maracas. Después se le agregó una o más trompetas.
Sin embargo,. actualmente el formato para la interpretación del género es ilimitado.
El son ha conocido numerosas variantes, algunas de ellas con personalidad independiente. Urfé menciona el Son montuno, el Changüí, el Sucu sucu, el Ñongo, la Regina, el Son de los permanentes, la Bachata oriental, el Son Habanero, la Guajira son, la Guaracha son, el Bolero son, el Pregón son, el Afro son, el Son guaguancó, entre otros.
El Son cubano está ubicado dentro del complejo sonero del área del mar caribe. Haciendo un análisis de los aspectos esenciales del género, Rosendo Ruiz hijo, y Vicente González Rubiera, (Guyún): dicen: "Una de las características fundamentales que definen el son cubano se da en la singular distribución de las diferentes franjas o líneas tímbricas que componen su complejo percusional y rítmico armónico, determinando en el conjunto instrumental una sin igual poliritmia.
Mediante examen de viejos sones musicalmente escritos y en base a la experiencia auditiva, puede afirmarse que el son presenta tres franjas claramente definidas por su timbre percusional y diseño rítmico armónico característico (El contrabajo ejecutado en pizzicato y la guitarra con su típico rayado-rasgueado semi-percutivo. No son desde luego, instrumentos de percusión, pero se suman al complejo percusional en base a la manera que los ejecuta el sonero).
Mediante un diseño constante a cargo del contrabajo ejecutado en pizzicato, se fija la base armónica del son. Esto constituye el llamado anticipado o sincopado. Resume la esencia rítmica y expresiva del primitivo son oriental, expresado en las bungas orientales. (pequeños grupos de son integrados por un tres, guitarra y cantantes).
Mientras el tres puntea sus motivos, la guitarra sostiene invariable un patrón acompañante en un rayado (rasgueado semi-percutivo), que en compás de dos por cuatro corresponde en valores musicales a dos grupos de cuatro semicorcheas. El. ataque de este rayado conlleva un singular desplazamiento de ascensos que sólo dominan quienes conocen el género a fondo.
Las maracas y el bongó se duplican rítmicamente en idéntica figuración a la guitarra. El módulo rítmico de la clave, presenta un diseño bi-compasado. En compás de dos por cuatro, el primer compás (fuerte) es ocupado por el llamado tresillo cubano, en tanto que el segundo compás (débil) se integra en silencio de corchea, corchea, corchea y silencio de corchea.
En resumen, puede decirse que en el complejo instrumental del son se evidencia una constante y contrastante yuxtaposición de tres franjas rítmicas independientes en proyección dinámica.
La primera línea (sincopada) se representa con el bajo anticipado, la segunda la integran a un tiempo la guitarra acompañante, las maracas y el bongó, (este último en la primera parte del son) ya que en el estribillo el bongó abandona su ritmo constante -martillo- y se desplaza en variaciones e improvisaciones rítmicas libres.
Ambas franjas ya referidas, se acondicionan y someten al módulo métrico bi-compasado del toque de clave.
La presencia de este género cubano es muy importante y creciente a escala universal dentro de las expresiones musicales más auténticas y valiosas de hoy.