El nombre de Contradanza viene de la fusión de dos palabras inglesas; contry=campo, dance=danza, lo que pudiéramos llamar danza campestre.
Poco después de ello devino la Contradanza criolla, la cuál tenía bien definidas las figuras o pasillos bailables nombrados: paseo, cadena, sostenido y cedazo.
Una parte del baile era tranquilo; luego las dos últimas partes eran vivas o picantes. Casi todas las Contradanzas fueron escritas en compás de tres por cuatro, aunque hubo contradanzas de seis por ocho.
Cada una constaba de dos partes de dieciséis compases cada una. En este género de nuestra música, elementos procedentes de la cultura africana también permearon su estructura.
Entre las provincias Oriente y La Habana existieron marcadas diferencias en las composiciones. La Contradanza Habanera tenía un sello más elegante y la Contradanza Oriental un sello más popular. Los primeros compositores contradancistas de Cuba fueron: Tomás Vueltas y Flores, Manuel Saumell Enrique Guerrero, José I. Fernández Coca, Nicolás Muñoz Zayas y otros.
En 1803 fué compuesta y publicada la Contradanza criolla titulada San Pascual Bailón, que es la más antígua que se conserva y ya en 1842 comienzan a componerse contradanzas cantadas, que son las que dan lugar a la Habanera.
Ya en el Siglo XIX se tornan más definidos los géneros.
Numerosas compañías europeas comienzan a visitar La Habana, entre ellas cabe mencionar la Compañía "Los Ravel" quienes crearon en Francia el famoso Ballet Giselle, cuyo debut en el año 1948 se efectuó en el Teatro Tacón de la capital cubana, interpretado por la famosa bailarina Fanny Elssler, una de las más grandes del Siglo XIX.
También a mitad de este Siglo XIX surgen las llamadas Habaneras, que son originadas de las Contradanzas o en la Danza Criolla.
Esta manifestación bailable tuvo su mayor auge durante la segunda mitad del Siglo XIX.
Compositores europeos como Debussy, Faure, Saint Saens, tuvieron gran influencia en la estructura de este y otros géneros que también iban surgiendo en otros países de Latinoamérica, como el tango argentino.
La Habanera se caracterizó, por su lirismo melodioso, y un cadencioso balance de su estructura ritmática. Se escribe en compás de tres por cuatro; tiene además una introducción que precede sus dos partes de ocho a dieciséis compases cada una. Su métrica es binaria y regular, aún si adopta alguna variante en su primer tiempo.
Luego, al transcurrir el tiempo este género fué quedando más como un género vocal, desapareciendo como baile. Como un ejemplo de Habanera cantada tenemos la nombrada "Habanera Tú", del compositor Sánchez de Fuentes, nacido en La Habana el 3 de Abril de 1874. Cursó estudios de piano como discípulo de Ignacio Cervantes y Carlos Anckermann. Fué además director de los primeros conciertos típicos cubanos.
Entre sus obras figuran además Linda Cubana, Mírame así, Corazón, Vivir sin tus caricias, Por tus ojos, entre otras muchas piezas renombradas.
La llamada Habanera -Tango es una modalidad africana que se dejó escuchar y ver mucho en los teatros, tenía el mismo diseño rítmico que la Habanera cubana y fué muy usada por autores en las composiciones de contradanzas.